Despertares, de comas profundos, hambrientos por un espacio mas confortable.
Siluetas que no son ni la mitad de lo que podrían ser,
desesperadas, buscando algo que meter en sus adictas y sucias venas.
Cubiertas de un optimismo que enferma y marea, una pantalla muy transparente,
no hace falta esforzarse para ver lo que no intentan esconder.
Emigran hacia otras tierras, unidos por su abandono,
goteando de sus insanas bocas los espejos fundidos que tanto odian.
¿Qué buscan en ese bosque de velas lugubres y apagadas?
Una patada entre los ojos, un tiro en el estomago, dolor superficial,
pero sin perder su dignidad, su débil pero existente amor propio,
no por la sangre, no por la piel o todo eso que la cubre,
sino por su ultimo pedazo de orgullo, eso vale mas que un insignificante pellejo.
Cuesta creerlo, pero lo marcan las barreras que van mas haya de lo que unos ojos pueden entender.
Al final de cuentas saben mejor que nadie, todos podemos ser reemplazados,
todo puede ser reemplazado, menos eso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario