-Quisiera solo por una vez no mentir- Pensó en voz alta una de esas mañanas.
-Abrirme por completo, poder contarle a alguien totalmente ajeno a la solución-. Me dijo
-Es que siquiera en mi puedo confiar, ya no puedo recordar como debería recordar. Hablaba para si mismo.
-Bastante difícil se me hace ya ver las cosas como quiero sin esta niebla tan espesa que yo mismo genero"-, seguía.
-Y aunque trates de removerla, todo se humedece mas y mas-, le respondí.
Sin hacer caso a quien tenia en frente, termino diciendo:
-El optimista se rinde siempre bajo la mirada del pesimista,
el honesto es ahogado por el mentiroso,
y aquella alegría inocente nunca tubo tiempo siquiera de abrir su ojos ciegos, adivina de quien se trata..."
Me dolió mas a mi su ultimo suspiro de nada,
su ultimo bocado de sentir, perdiéndose en esta terrible ficción.
No pude hacer mas que poner mi mano sobre su hombro y decir "Sigamos este viaje"
No hay comentarios:
Publicar un comentario