Germinamos, elevándonos lentamente.
Florecemos, frágiles, sin preparación.
Nos marchitamos, secos sobre la tierra infértil.
Subimos, solo cuando la mano o el tiempo
son generosos.
Florecemos, germinamos a pesar de todo,
nos dejamos caer, aun en pie,
nos devoramos entre nosotros desde abajo.
Recordamos con nostalgia esos "manjares" perdidos de la vida,
nos marchitamos, en silencio y rodeados de flores,
para florecer también, con la raíz ya podrida e incurable
Sabemos muy bien que nos espera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario